domingo, 24 de octubre de 2010

CHISTES RECIBIDOS DE BUENOS AMIGOS.

Una vez acabado el año fiscal, la Agencia Tributaria envió un inspector de Hacienda para auditar los libros de una sinagoga.

Mientras los iba comprobando, se giró hacia el rabino y le dijo:

- Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es lo que hacen con los
restos de cera que gotean?

- Buena pregunta -dijo el rabino-.

Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.


- ¡Oh! -respondió el inspector, algo decepcionado con que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó con sus odiosas maneras-.



¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen con lasmigajas?

- Ah, sí -respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector estaba intentando ponerle en un aprieto con su absurda pregunta-, las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas.

- Ya veo -respondió el inspector, estrujándose el coco para ver cómo podía sacar de quicio al sabelotodo del rabino-.



Bien, rabino, y entonces ¿qué es lo que hacen con los prepucios que van
quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?



- Pues aquí tampoco desperdiciamos nada -respondió el rabino-. Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la Agencia Tributaria , y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un capullo completo.


El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota  delante de un idiota que aparenta ser inteligente. (NO LO OLVIDEIS NUNCA, PORQUE HAY MONTONES POR TOS LAOS)


REFLEXIÓN DEL DÍA



Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia.







Era un catalán tan tacaño, tan tacaño, tan tacaño… que estaba soñando que se tomaba un café y se despertó para no pagarlo. 
        
Y era otro catalán tan tacaño tan tacaño, tan tacaño… que veía la misa por la televisión, y cuando pasaban la canastilla hacía zaping. 



- ¿Desde cuando tiene usted la obsesión de que es un perro?
        - Desde cachorro, doctor.   
       
        - Doctor, tengo complejo de fea.
        - De complejo nada.
        
       
        - Doctor, me tiemblan mucho las manos.
        - ¿No será que bebe demasiado alcohol?
        - ¡¡Que va, si lo derramo casi todo!!
       
        …//…
       
        - Doctor, ¿Cómo ha salido la operación?
        - Hijo mío, yo no soy el doctor. Soy San Pedro.
        
        
        -   Doctor, ¿qué puedo hacer para que durante las vacaciones mi mujer no quede embarazada?

        -   Llévesela con usted. 



 

        
        -   Fui al médico y me ha quitado el whisky, el tabaco y las drogas.

        -   Pero… ¿vienes del médico o de la aduana? 






 





La Sra. Donovan caminaba por la calle O'Connell de Dublin cuando se cruzó con el padre Rafferty. 
        El padre le dijo:

        - Muy buenos días, ¿no es usted la Sra. Donovan a quien casé hace dos años?.

        - Efectivamente padre, soy yo.

        - ¿Y no han tenido niños aún?.

        - No padre, aún no.

        - Bueno, la semana próxima viajo a Roma, así que, si quiere, encenderé una vela por usted y su esposo.

        - ¡Oh padre, muchas gracias, le estaremos muy agradecidos!!

        Y ambos siguieron su camino.

        Años más tarde se encontraron nuevamente.

        El sacerdote preguntó:

        - Sra. Donovan, ¿como se encuentra usted ahora?.

        - Muy bien, padre..

        - Y dígame, ¿han tenido niños ya?

        - ¡¡Oh si, padre, 3 pares de mellizos y 4 criaturas más!!. 10 en total !!!.

        - ¡Bendito sea el Señor!. ¡Qué maravilla! ¿Y dónde está su amante esposo?.

        - Camino de Roma, a ver si puede apagar la puta vela. 
 

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