lunes, 29 de marzo de 2010

LOS PELIGROS DEL DEPORTE.

Un grupo de mujeres están jugando al golf...

De pronto ven con horror cómo la pelota va directamente hacia unos hombres que juegan en el siguiente hoyo. La pelota golpea a uno de los hombres, quien de inmediato junta ambas manos en su entrepierna y cae al suelo rodando y gimiendo lastimosamente. Las señoras corren hasta donde está el hombre. Una de ellas, sintiéndose culpable, dice:

-"Por favor, déjeme ayudarlo... soy quiropráctica y sé cómo quitarle el dolor si usted me lo permite..."

- “¡¡¡ Ouch, auuuu, noooo !!!. Estaré bien... el dolor se me pasara en unos minutos" -contesta el hombre, mientras permanece en posición fetal, tirado en el césped y con las manos en su entrepierna.

Ella insiste tanto que finalmente le permite ayudarlo. Entonces la mujer gentilmente le separa las manos y lo tumba boca arriba, le desabrocha la bragueta, introduce sus manos dentro y comienza a masajear suavemente toda la zona genital.

El hombre tras unos segundos iniciales de sorpresa se va relajando y en unos minutos su cara es de placer absoluto mientras la mujer se afana con esmero en el masaje testicular.

- “¿Qué tal se siente?" - pregunta al cabo de un rato la dama.

- "¡De puta madre!" contesta el hombre, "puede usted continuar todo lo que quiera… pero la mano me sigue doliendo una barbaridad"




En las paraolimpiadas. Competición de natación. Todos los países habían mandado unos representantes. Había nadadores que no tenían un brazo, una pierna, le faltaban dedos, las dos manos, etc.
Toda la prensa internacional le estaba poniendo mucha atención al atleta salvadoreño, por que a consecuencia de la guerra, había perdido las dos piernas y los dos brazos. (Parecía un trozo de carbón). Todos se preguntaban como es que este tío iba a nadar.
El entrenador explico que en el momento de comenzar la competición, él empujaría al muchacho a la piscina, y después el nadaría por si solo. Llego el momento. Hacen la cuenta. Suena el balazo… y comienzan. Todos los participantes están nadando. Y cuando se aclara el agua se ve que el salvadoreño esta en el fondo de la piscina… todo el mundo está afligido… los reporteros se apresuran para tomar fotos.
Ordenan que alguien se meta a rescatar al joven deportista… Al salir, todas las cámaras y micrófonos son para él. Le preguntan:
- ¿Qué pasó, por qué no pudo nadar?
A lo que él contesta:
- Todo un año entrenando para este día, para que me de un calambre en las orejas.






Un día me levanté temprano, me vestí lentamente, hice café, agarré mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje, puse los palos en el coche, y procedí a sacar el coche del garaje bajo una lluvia torrencial. Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 km/h. Volví a entrar el coche en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día. Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama. Despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, y le susurré al oído:
- ¡El tiempo afuera está horrible!
Ella me contestó medio dormida:
- Ya lo sé. ¿Te puedes creer que el gilipollas de mi marido se fue a jugar al golf?

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