sábado, 27 de febrero de 2010

EL CHISTE PERFECTO PARA LA TORMENTA PERFECTA.

Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros.

El andaluz pide un cubatita de ron.

La azafata le pregunta al testigo de Jehová que estaba sentado a su lado, si quiere beber algo.

Contesta el testigo de Jehová con muy mal humor:

"¡Prefiero ser raptado y violado salvajemente por una docena de putas de Babilonia antes que una gota de alcohol toque mis labios!".

El andaluz le devuelve el cubata a la azafata y dice:

"Yo también, Yo también. No sabía que se podía elegir"





 Después de otra reunión de la CE , algunos ministros decidieron pasar por el Museo del Louvre para "aliviar" el estrés y se paran meditativos ante un precioso cuadro de Adán y Eva en el Paraíso.


Suelta Angela Merkel:

- Miren que perfección de cuerpos: ella esbelta y delgada, él con cuerpo atlético, los músculos perfilados ... Los estereotipos son necesariamente alemanes.

Sarkosy respondió de inmediato:

- De ninguna manera. Es evidente que el erotismo que se puede ver desde ambas figuras... ella tan femenina ... él tan masculino ... saben que pronto llegará la tentación ... Sólo pueden ser franceses.


Moviendo negativamente la cabeza, Gordon Brown arriesga:

- Of course not! Miren atentamente ... la serenidad de sus rostros, la delicadeza de la pose, la sobriedad del gesto ... Sólo pueden ser Ingleses.


Después de unos segundos más de contemplación, Zapatero exclama:


- NO ESTOY DE ACUERDO.. Miren bien: no tienen ropa, no tienen zapatos, no tienen casa, sólo tienen una manzana para comer ... no protestan y encima piensan que están en el paraíso... No tengo la menor duda, son españoles





 ¿Cuál es la última botella que abre una mujer en una fiesta?

 

La de Fairy.




 Y PARA COMPENSAR.




 POR QUE LOS HOMBRES HACEN PIPI DE PIE ?

Parece que Dios ya estaba acabando de crear el universo,
pero todavía le quedaban un par de cosas por repartir,
así que decidió hablar con Adán y Eva.

Les dijo que una de las cosas que aún le quedaban
era algo que permitiría, a quien lo tuviera, hacer pipí estando de pie.
"Realmente es algo muy útil", les dijo Dios,
"y estaba pensando si les interesaría a alguno de ustedes".

Adán empezó a dar saltos y le rogó,
"¡Yo quiero eso! ¡Dámelo a mí, porque yo sé cómo usarlo!
Me parece que es justo la clase de cosa que un hombre debe poder hacer.
¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favoooooor! ¡Yo quiero eso!".
Y seguía pidiendo, mientras tiraba una de las mangas de la túnica de Dios.

Eva sonrió al ver esa escena y le dijo a Dios
que si Adán deseaba tanto eso, debería dárselo a él.
Así que Dios le dio a Adán
la cosa que le permitiría hacer pipí de pie, y que lo tenía tan emocionado.
Apenas lo recibió, Adán fue corriendo a probarlo sobre un árbol,
y después escribió su Nombre en la arena,
mientras reía a carcajadas,
encantado de lo que podía hacer con su regalo.

Dios y Eva lo estuvieron mirando un rato,
y entonces Dios le dijo a Eva,
"Bien, aquí tienes la otra cosa que tengo para repartir,
y que creo que te pertenece.
"¿Y cómo se llama?", preguntó Eva.

"Cerebro", dijo Dios.

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