domingo, 15 de marzo de 2009

INSTALAR LINUX EN UNA MÁQUINA VIRTUAL.

El principal motivo por el que un usuario de Windows no termina de dar el paso a Linux es el miedo a cometer errores en la instalación, ya que si no realiza bien este proceso puede llegar a perder su Windows junto con sus preciados documentos.

Por suerte cuentas con herramientas como VirtualBox, un gestor de máquinas virtuales. Su función es simular todos los elementos de un PC básico, incluyendo CPU, memoria, tarjeta de vídeo y de sonido, Internet y disco duro, entre otros.

¿Las ventajas? Que puedes trastear con la máquina virtual e instalar cualquier software sin miedo porque a nuestro ordenador no le pasará nada.

A continuación te explicamos todos los pasos a seguir para instalar Linux en VirtualBox sin afectar a tu sistema operativo actual y consiguiendo la mejor integración posible entre los dos sistemas, el real y el virtual.

El proceso suele ser muy parecido sea cual sea la distribución que vamos a instalar, incluso con otros sistemas operativos como Windows, BSD o Solaris. En este caso hemos escogido Ubuntu por ser el más conocido, uno de los más sencillos y recomendable para empezar con Linux.

Paso 1 - Descargar el instalador de VirtualBox

Asumiendo que vas a probar Linux por primera vez, necesitas instalar VirtualBox en tu ordenador, usando la versión para Windows.

Paso 2 - Descargar una imagen ISO del disco de instalación de Ubuntu

En este caso usaremos la imagen por defecto de Ubuntu, aunque puedes usar cualquier imagen, tanto de CD como de DVD, ya sea de OpenSUSE, Fedora, Debian, Mandriva u otras.

Paso 3 - Crear una nueva máquina virtual

Como es obvio, en primer lugar necesitas crear una máquina virtual. VirtualBox permite crearla para un sistema operativo concreto. Sólo hay que escribir un nombre, por ejemplo Ubuntu , escoger Linux como sistema operativo y Ubuntu como versión.

Especial atención hay que dedicarle a la memoria RAM. De ello depende que tu máquina virtual funcione mejor o peor y que el ordenador lo aguante: no hay que olvidar que haremos funcionar al mismo tiempo dos sistemas operativos en un solo equipo. Lo ideal es dedicar la mitad de la RAM, es decir, 512 MB si tu PC dispone de 1GB.

Y en cuanto al disco duro, depende también de cuánto espacio tienes libre y cuánto espacio estás dispuesto a sacrificar para Linux. Lo ideal es de 8 a 10 GB como mínimo. Así podrás instalar juegos y programas sin problemas. Marcando la opción de disco dinámico, irás ocupando esos gigabytes poco a poco en lugar de hacerlo de golpe con la opción de tamaño fijo.

Paso 4 - Configurar la máquina virtual

Ahora ya tienes una máquina virtual para trastear con ella cuanto quieras. Pero antes de instalar Ubuntu en ella, será mejor que eches un vistazo a las opciones de configuración.

Tamaño de Memoria de Video. En el apartado General. Con 64 MB tendral suficiente, aunque permite un máximo de 128 MB.

Imagen ISO. En el apartado CD/DVD-ROM, marcamos la opción Montar la unidad de CD/DVD, y dentro de ésta, Archivo de imagen ISO, donde añades el archivo de Ubuntu que has descargado antes.

Audio. Para poder escuchar música en el Linux virtual necesitas activarlo y seleccionar el Host Audio Driver adecuado. ConWindows DirectSound será suficiente.

USB. ¿Quieres conectar dispositivos USB directamente en Linux? Pues marca esta opción.

Directorios compartidos. Imprescindible para compartir archivos entre tu ordenador con Windows/Mac y tu Linux virtual. Escoge qué carpeta del disco duro vas a compartir, por ejemplo C:\Compartido y le das un nombre, como Compartido o similar.

Si lo deseas, más adelante podrás toquetear las demás opciones, pero las que hemos visto son las imprescindibles para que todo vaya como la seda.

No está mal para empezar, ¿no crees?. Ahora ya sabes crear una máquina virtual y ponerla a punto.

ahora nos queda la parte más importante: instalar Ubuntu dentro de la máquina virtual. A continuación veréis los pasos necesarios para instalar Ubuntu en una máquina virtual VirtualBox. Sin embargo, estos pasos nos pueden servir también para la mayoría de distribuciones Linux, e incluso para realizar una instalación en un ordenador real.

Paso 1: Enciende la máquina virtual

Antes de eso, deberemos añadir la imagen ISO de Ubuntu, descargada previamente, en Configuración > CD/DVD-ROM > Archivo de imagen ISO. A continuación, desde la ventana principal, selecciona la máquina de Ubuntu y haz clic en Iniciar.

Cuando enciendas la máquina, ésta reconocerá el CD de Ubuntu, ya que en el disco duro virtual no hay nada instalado. La primera cosa que veremos será la lista de idiomas disponibles, entre ellos el español.

En el menú se nos muestran varias opciones. ¿Quieres probar Ubuntu sin instalarlo? Elige Probar Ubuntu sin alterar su equipo. Desde ahí podrás acceder al instalador en cualquier momento. ¿Prefieres ir directo al grano e instalar Ubuntu en VirtualBox? Entonces selecciona Instalar Ubuntu.

Paso 2: Configura la instalación a tu gusto

Las primeras opciones que encontraremos durante la instalación gráfica son habituales en el resto de instalaciones de Linux. Indicar qué uso horario es el nuestro, qué teclado usamos (para poder usar la ñ o la ç sin problemas) o incluso el modelo de ratón o monitor.

Paso 3: Particiona tu disco

Este paso es el más dramático y temido por cualquier usuario no habituado a ello, ya que corremos el riesgo de borrar nuestros datos o eliminar la instalación previa. En la máquina virtual no hay nada que temer. Además, nuestro disco duro virtual está vacío. Pero en cualquier caso, Ubuntu tiene un asistente muy práctico que te permite dejar intacta la partición ya usada y dedicar a Ubuntu el espacio vacío, todo de manera automática.

Aunque si lo deseas, puedes particionar el disco como te guste, teniendo en cuenta estos requisitos mínimos:

  • Una partición principal para el sistema, montada como / (raíz). Recomendable, 7 Gb.
  • Una partición Swap, inaccesible desde Ubuntu, pero que éste usa como memoria auxiliar. Recomendable, 1 Gb.
  • Opcional. Una partición para vuestros ficheros y configuraciones de programas, montada como /home.

Paso 4: Usuarios y Administrador

Ubuntu, al igual que todas las distribuciones Linux, crea un espacio propio para cada persona que acceda al sistema. Cada usuario debe tener su propia cuenta, así que en este paso crearemos un nombre de usuario y una contraseña.

Además, deberemos añadir una contraseña para el usuario root o administrador, quien podrá hacer y deshacer cualquier configuración de Ubuntu y gestionar las demás cuentas de usuario.

Una recomendación, usad una contraseña única para Root, distinta a las usadas por el resto de usuarios.

Inconvenientes de usar Linux en una máquina virtual

Ya hemos visto cuáles son las ventajas de correr Linux en una máquina virtual. Si le ocurre algo a la máquina, nuestro ordenador seguirá indemne, así como nuestros documentos. Además, podremos usar dos sistemas operativos a la vez.

Pero no todo son ventajas. Para empezar, podemos encontrarnos con problemas de integración, como que no funcione el sonido, no poder compartir ficheros entre el sistema operativo y la máquina virtual o que la resolución de pantalla no sea la adecuada.

Y el principal inconveniente, VirtualBox no emula aceleración 3D, por lo que algunos juegos no funcionan en la máquina virtual. Esto incluye los espectaculares efectos visuales de Ubuntu y otras distribuciones que utilizan Compiz.

Fuente: Softonic Onsoftware.

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