En el jardín de un hospital psiquiátrico se reúnen a conversar seis trastornados:
· Un zoofílico
· un sádico,
· un asesino,
· un necrofílico,
· un pirómano y
· un masoquista
· Un zoofílico
· un sádico,
· un asesino,
· un necrofílico,
· un pirómano y
· un masoquista
Sin saber como ocupar su tiempo, el zoofílico rompe el silencio y dice:
¡¡¡¿Y Si nos cepillamos a un gato?!!!
Entonces el sádico dice:
¡Eso, vamos a cepillarnos a un gato y después lo torturamos…!
¡¡¡¿Y Si nos cepillamos a un gato?!!!
Entonces el sádico dice:
¡Eso, vamos a cepillarnos a un gato y después lo torturamos…!
Dice el asesino:
¡Vamos a cepillarnos a el gato, torturarlo y después lo matamos!
¡Vamos a cepillarnos a el gato, torturarlo y después lo matamos!
Dice el necrofílico:
¡Vamos a cepillarnos a un gato, torturarlo, matarlo y después nos lo abrochamos otra vez!
¡Vamos a cepillarnos a un gato, torturarlo, matarlo y después nos lo abrochamos otra vez!
Y dice el pirómano:
¡Eso…Vamos a cepillarnos un gato, torturarlo, matarlo, volver a cogerlo otra vez y prenderle fuego…
¡Eso…Vamos a cepillarnos un gato, torturarlo, matarlo, volver a cogerlo otra vez y prenderle fuego…
Se hace un repentino silencio, y todos miran al masoquista y le preguntan:
Y tú qué cabrón… no dices nada?
Y tú qué cabrón… no dices nada?
Y el masoquista dice:
Miauuu!!!!
Miauuu!!!!
Una joven va a confesarse:
“¡Padre, mi novio es un hijo de puta!”
“¿Por qué?”
“Porque anoche me tocó las tetas”.
“Mira, yo te toco las tetas y no soy un hijo de puta”, le dice el cura aprovechándose de la situación.
“Pero no es todo… luego me desvistió”.
“Mira, yo te desvisto y no soy ningún hijo de puta”.
“Pero no es todo… después me hizo el amor”.
“Mira, yo te hago el amor y no soy un hijo de puta”.
“¡Pero mi novio tiene SIDA!”
“¡¡Pero que hijo de puta!!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario