Funciona de una forma sencilla y cómoda. Lo descargas (puedes hacerlo desde este enlace), lo instalas y, a partir de ahí, sólo tienes que hacer clic con el botón secundario (normalmente el derecho) del ratón sobre la carpeta que quieres cambiar. Luego seleccionas Mark Folder y te aparecen varias opciones, agrupadas en dos categorías. La primera sirve para agregarle a la carpeta un icono especial (archivos importantes, temporales, privados…). La segunda permite teñir la carpeta de alguno de los diez colores que vienen con el programa.
Rojo, naranja, amarillo, verde, celeste, azul, violeta, blanco, gris o negro. El cambio es instantáneo y funciona con todos los tamaños para el icono de las carpetas. En pocos minutos, podemos darle un aspecto mucho más simpático a nuestro escritorio o a cualquier directorio del disco duro.
Via: Blogoff
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